La niña bombera

Gaby, una niña de diez años pequeña y delgadita, se levanta temprano en la mañana del sábado para ir con su mamá a Monjas, J…

El club de los suicidas

Así decidieron ponerle a su banda de rock unos adolescentes que ensayaban cerca de mi casa, en casa del baterista. Yo era am…

Los telépatas

Hace tres años me quedé sin empleo y decidí darme un par de meses para hacer lo que más me gusta, que es no hacer nada. Nunc…

La Diabla

Le decían la Diabla porque tenía un tatuaje de un diablito sonriente en la parte baja de la espalda. Trabajaba como independ…

San Junípero

En mi segundo año de universidad acepté un empleo como chofer de don Andrés, para trabajar por las tardes. Él mismo me llamó…

Lo que importa es lo de adentro

La verdad es que la gente prefiere que le mientan. La gente no quiere la verdad, prefiere la ilusión o la fatalidad porque e…

El oficinista desaparecido

Un día de tantos desapareció Joaquín, un empleado de la oficina. Hacía bien su trabajo, era puntual y ninguno le conocía nin…

El guitarrista

Nino era extremista: amaba u odiaba intensamente y con la única persona en el mundo que podía entenderse era con su madre. E…

La foto rota

Hace un año, caminando a pocas cuadras de mi casa, encontré unos restos de fotografía tirados en el suelo. Alguien había rot…

El tráfico a casa

A diferencia de muchos a mí me gustaba el tráfico en temporada de lluvia. El tráfico pesado es una especie de limbo en el qu…

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