Relatos cortos, historias y cuentos - Familia
Cuando tenía doce años encontré una botella de agua en la cocina y vi que era vieja. Mi mamá nos había enseñado que el agua vieja es mejor tirarla porque guarda bichos. Entonces salí al patio y jugando vacié la botella. Justo iba a tirar la botella cu…
Es lunes. Hoy salimos de la casa a las 4:30 de la madrugada para evitar el tráfico. Debido a la preparación de la comida y la ropa no nos pudimos acostar temprano. Tenemos que salir a esa hora porque de lo contrario no llegaríamos a tiempo para nuestr…
Todos los veranos mis papás nos llevaban a mi hermana y a mí a comer helados los domingos por la tarde. Íbamos a algún lugar que tuviera juegos y después de correr por todos lados y subirnos a todos los juegos que podíamos, terminábamos comiendo helad…
Una tarde salí a comprar pan a un panadería que quedaba cerca de mi casa. Al regresar un perro empezó a caminar a la par mía. Yo le hacía señas de que se fuera para otro lado pero no hizo caso. Cuando llegué a la puerta de mi casa se quedó esperando q…
Miré mi estado de cuenta de banco en el cajero automático y me reí bastante. Tenía diez quetzales con veinticinco centavos. Era lo único que tenía. No era una cantidad que pudiera sacar del cajero así que fui al supermercado a comprar unas galletas y …
La víspera de navidad salí muy cansado de mi trabajo en el supermercado. Ese día no llegaron un par de compañeros, varios clientes me gritaron porque los precios no coincidían, perdí dinero en la caja y me corté un dedo cuando colocaba producto. Por e…
De niño mis hermanos me parecían gigantes a los que nunca iba a alcanzar. Tenía cuatro años cuando los veía enormes y capaces de grandes hazañas como patear pelotas bien duro. Yo fui el último de tres hijos y me tocó ser un poco el consentido. Luis, m…
Acostado en su cama, Roberto parece hipnotizado frente a la pantalla del celular. Es un domingo de primavera con clima agradable. Por la puerta de su cuarto se asoma Camilo, su hermano pequeño de seis años. ¡Vamos al parque! le dice entusiasmado. Robe…
Con el paso del tiempo supe que no había nadie en el mundo a quien mi cumpleaños le hiciera tan feliz como a mi abuelo. Nunca falló en saludarme. De niño él llegaba muy temprano con su regalo que casi siempre eran pistolas de plástico que lanzaban dar…
Cuando nació el Carlitos yo fui el hombre más feliz. Un hijo, una pequeña persona de la cual cuidar, a la cual mimar, a quien enseñarle el mundo, a quien sonreírle diciendo tonteras. Un niño del que me tenía que hacer cargo. Sin duda he cometido mucho…
Adiós Nonino, qué largo sin vos será el camino. A vos te parece sencillo, pero no lo es. Ahora venís a reclamar igualdad cuando vos fuiste el que se fue y ni para sus cumpleaños te asomabas. Estabas conquistando el mundo, según vos, y no te quedaba…
Don Alberto Galindo supo una noche antes que iba a morir. Durante ese día en la mañana hizo algunas visitas a sus amigos y por la tarde se sentó en la sala de su casa pensando en si sería cierta la visión que había tenido la noche anterior y si realme…
Una tarde de tempestad la descarga eléctrica de un rayo quemó para siempre la vieja televisión de la casa de doña Rosa. La pequeña Moni, de 5 años, que veía sus caricaturas, soltó el llanto por el susto del rayo y por la televisión quemada. Doña Rosa …
Papa, te juro que así fue, creéme. Yo no tengo por qué mentirte, sí ya sé, yo he cometido mis locuras y tenés razón de estar bravo, te lo voy a contar otra vez pues. Despacio y con buena letra, como decís vos. Mirá pues, anoche salí de la fiesta de la…
Mi hermano, Julio Héctor, quiso compartirnos una carta para mi papá, fallecido el 01 de junio de este año: En el día del padre a un Padre Ausente Papá, Papito, como te decía en los últimos tiempos, hoy estás ausente porque ya no estás en esta tier…
A veces la historia es como la de aquel chavito que se fue para Estados Unidos, que trabajó y trabajó diciendo que un día iba a regresar a Guatemala. Siempre envió puntual la remesa para sus papás, y con el tiempo alcanzó para construir una casa bien …
El último sábado de mayo, iba yo al cementerio de Coatepeque a enterrar al último de los hermanos de mi papá. Cualquiera que haya enterrado a un ser querido se podrá imaginar cómo es la cosa. En este caso, mi tío ya era anciano y había vivido ya una e…
Cuando los nietos de don Vitalio y doña Augustina llegan a casa, todo se trastorna. Rápidamente dominan todo el lugar, y de una apacible y silenciosa morada, que verá sus últimos días, pasan a gritos de los niños corriendo por todos lados, lloriqueos …
Cada familia tiene sus palabras propias. Por ejemplo, el carro que va adelante y es algo antiguo y va lento es un tuztepito. Mi papá no es Joaquín, es Don Juaco o peor aún, Joaquicidio. Si yo estoy muy cansado estoy tuztepiciado. Mi sobrino-nieto no e…