Relatos cortos, historias y cuentos - Gente

El stalker

Conocí a Vicky cuando trabajé en una mueblería. Era muy guapa y una buena vendedora. Tenía la palabra precisa a la hora de a…

El gurú

Desde pequeño Sebastián tuvo una imagen de sí mismo agrandada. Me acuerdo de que jugaba a ser Jesucristo y que nosotros éram…

El vigilante

Uno de los tantos empleos que he tenido fue de vigilante de garita en una colonia cerca de la capital. Estuve ahí por dos añ…

El futbolero

Siempre me gustó el fútbol. De pequeño jugaba chamuscas en la cuadra con mis amigos, a veces entre el lodo, a veces en el po…

El acumulador de libros

Desde pequeño me gustaba mucho leer. Mis padres tenían una biblioteca algo aburrida que consistía en enciclopedias y libros …

Vecinos

Cuando se mudaron a la colonia, los Méndez me parecieron una pareja notable. Eran muy cordiales y educados y parecía que ten…

El vendedor

Encontré un trabajo de vendedor después de meses de buscar. Tenía que vender aceites y filtros para carro, entre otras cosas…

El motorista

Una noche salí tarde del trabajo. Mi papá me había prestado su camioneta agrícola, un carro viejo y duro. El mío se había de…

El hospital

Me ingresaron al hospital  una noche de viernes por una apendicitis. Creo que tuvo buen ojo el médico porque desde que me ev…

La invitación

Margarita trabajaba en una tienda de ropa en un comercial concurrido. Su sonrisa, juventud, belleza y actitud hacían que lle…

El perdedor

A Frank siempre le salía todo mal. De niños lo escogíamos de último para jugar fútbol porque era malo. Cuando lo enviaban a…

El premio

Un día envié un mensaje de texto del celular para participar en un concurso de la televisión. Ya lo había hecho otras veces …

La Diabla

Le decían la Diabla porque tenía un tatuaje de un diablito sonriente en la parte baja de la espalda. Trabajaba como independ…

Lo que importa es lo de adentro

La verdad es que la gente prefiere que le mientan. La gente no quiere la verdad, prefiere la ilusión o la fatalidad porque e…

El oficinista desaparecido

Un día de tantos desapareció Joaquín, un empleado de la oficina. Hacía bien su trabajo, era puntual y ninguno le conocía nin…

El guitarrista

Nino era extremista: amaba u odiaba intensamente y con la única persona en el mundo que podía entenderse era con su madre. E…

Una rosa amarilla

Se me antojó una cerveza y bajé a comprarla a la tienda. Era una noche templada, con viento fresco. Estaba tranquilo el ambi…

La venganza del Barrio

Una llamada llegó exigiendo una colaboración para el Barrio, una pandilla peligrosa. La voz que llamaba dijo los tres nombre…

El club

Entre los colegas que venían de Honduras para entrenamientos en Guatemala estaba Francisco, un compañero un tanto nervioso p…

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